¿Cómo funciona la luz pulsada?
El funcionamiento de la luz
emitida no es un haz continuado, sino que como su propio nombre indica se
aplica mediante pulsos de luz. Este pulso de luz provoca un aumento de
temperatura en las zonas con más melanina, especialmente en los vellos oscuros,
de manera que la raíz.
Las características de
funcionamiento de la luz pulsada hacen que este sistema se pueda adaptar a
muchos fototipos y condiciones, gracias a su longitud de onda variable, por lo
que puede ser válido tanto para los vellos más oscuros como para los más
rubios. Eso sí, su efectividad siempre será mayor cuanto más bajo sea el
fototipo.
El IPL por lo general necesita de
sesiones, pero tiene la ventaja de que a priori es más adaptable a más tipos de
piel y vello gracias a su longitud de
onda variable.
Mediante la
LUZ PULSADA, se consigue la destrucción progresiva y
permanente de los folículos pilosos de la región tratada.
A diferencia de otras técnicas,
incluso del láser, la
LUZ PULSADA puede ser empleada en cualquier tipo y color
de piel (oscura o clara), cualquier color o tipo de pelo (grueso o fino, claro
u oscuro) y en cualquier localización corporal puesto que es una técnica
absolutamente indolora. Por ello no es preciso la utilización de ningún
anestésico local ya que la piel no sufre durante su aplicación: después de la
sesión de depilación solamente quedará un discreto eritema durante escasos
minutos que desaparece espontáneamente.
Algunos láseres calienten la
superficie de la piel por encima de los 700ºC pudiendo causar quemaduras y/o
hiperpigmentación si no se los usa muy cuidadosamente. Con la
LUZ PULSADA, la
energía se distribuye igualmente en un área más grande y la temperatura en la
piel no sobrepasa los 70ºC. Esta temperatura relativamente baja del
tratamiento, permite la penetración profunda de la luz en la piel sin causar
ningún daño superficial.
El resultado es un tratamiento de
depilación magnífico, eficaz, seguro y económico. Las sesiones son rápidas
puesto que el tamaño del cabezal manual utilizado permite depilar grandes áreas
y no se precisa trabajar pelo a pelo como lo requieren técnicas de láser.
Para que el tratamiento sea
efectivo debe haber vello a la hora de la aplicación, o sea que la/el paciente
deberá rasurarse el área 4 o 5 días antes, o dejar pasar 3 semanas desde la
depilación por cera para permitir un pequeño crecimiento de los pelos.
El número de sesiones varía según
el área a tratar, la cantidad de vello, el tipo de piel, la duración del ciclo
de crecimiento piloso de cada zona, etc., pero normalmente se necesitan de 5 a
8 sesiones para lograr el resultado buscado. En resumen,
la fotodepilación conIPL es un método de depilación cosmética progresiva eficaz tanto para hombres
como para mujeres, para pelo de cualquier localización y en cualquier edad. El
éxito de la depilación dependerá de cada paciente en particular y, como ya se
ha comentado, el número de sesiones no se podrá determinar previamente.
En general, se considera que la
efectividad de la
fotodepilación mediante
LUZ PULSADA está en torno al 85%-90%
de la eliminación del vello corporal, siempre y cuando ésta reúna las
condiciones correctas. Existirá un pequeño porcentaje de recrecimiento del
vello, pero éste será más fino, más débil y de color más claro como
consecuencia de la miniaturización que sufren los folículos por la acción de la
LUZ PULSADA y que irán desapareciendo paulatinamente conforme se repita la
exposición a la
LUZ PULSADA.
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